EL CLINICO

1. Evaluación clínica

El dentista o médico realiza una exploración física para observar signos y síntomas del bruxismo. Esto incluye:

– Revisión de la historia clínica: Se pregunta al paciente sobre sus hábitos, como si suele rechinar los dientes durante el día o la noche, si experimenta dolor o molestias en la mandíbula, y si tiene antecedentes de estrés o ansiedad.

– Inspección visual de los dientes: El dentista verifica si hay signos de desgaste dental (desgaste anormal del esmalte) o fracturas en los dientes que puedan ser consecuencia del bruxismo.

– Palpación de los músculos de la mandíbula: El médico o dentista examina los músculos masticatorios (temporal, masetero, etc.) en busca de dolor o tensión, ya que el bruxismo puede generar inflamación o dolor muscular.

– Revisión de la articulación temporomandibular (ATM): Se puede examinar si hay signos de daño en la ATM, que es la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo. El bruxismo puede generar ruidos, dolor o bloqueo en esta articulación.

2. Entrevista sobre síntomas

Preguntar sobre síntomas comunes del bruxismo:

– Dolor o sensibilidad en los dientes.
– Dolor en la mandíbula o en los músculos faciales, especialmente al despertar.
– Dolor de cabeza, sobre todo por la mañana.
– Ruidos de rechinamiento o apretamiento de dientes durante la noche (lo cual puede ser notado por una pareja).

3. Uso de dispositivos de diagnóstico (opcional)

Registros electromiográficos (EMG): En algunos casos, se pueden realizar estudios electromiográficos que miden la actividad muscular para verificar si hay actividad excesiva en los músculos responsables del bruxismo durante el sueño.

Exámenes radiológicos: Se pueden realizar radiografías dentales o estudios de imágenes de la ATM para detectar posibles problemas, como el desgaste óseo, lesiones o signos de daño en los dientes o las articulaciones.

4. Diagnóstico diferencial

El diagnóstico también implica asegurarse de que los síntomas no se deban a otras condiciones médicas, como trastornos de la ATM, problemas ortodónticos, o incluso trastornos neurológicos.
5. Observación nocturna

En algunos casos, el dentista puede sugerir el uso de un dispositivo de observación, como una férula de mordida, para reducir el daño y permitir una evaluación más profunda del comportamiento del paciente mientras duerme.
6. Determinación del tipo de bruxismo

Se pueden clasificar dos tipos de bruxismo:

Bruxismo nocturno: Es el más común y ocurre mientras el paciente duerme.
Bruxismo diurno: Es el rechinamiento o apretamiento de los dientes durante el día, normalmente asociado con estrés o ansiedad.

Una vez que el diagnóstico ha sido confirmado, el tratamiento puede incluir estrategias como el uso de férulas o guardias de mordida, terapias para reducir el estrés, correcciones dentales, y en algunos casos, medicamentos para controlar el dolor o la ansiedad.

1. Lávate las manos: Asegúrate de que tus manos estén limpias antes de tocar la férula.
2. Relájate: Siéntate en un lugar cómodo y relajado.
3. Ubica la férula: Si está en la parte superior, puedes abrir la boca y utilizar tus dedos para sujetarla. Si está en la parte inferior, inclina la cabeza ligeramente hacia atrás.
4. Retira suavemente:
   • Férula superior: Con los dedos índices, agarra suavemente los bordes de la férula y tira hacia abajo, asegurándote de no usar demasiada fuerza.
   • Férula inferior: Tira hacia arriba de los bordes de la férula con suavidad.
5. Verifica: Asegúrate de que no haya quedado nada atascado en los dientes.
6. Limpieza: Limpia la férula con agua tibia y un cepillo suave para eliminar cualquier residuo.
7. Almacenamiento: Guarda la férula en su estuche para mantenerla protegida y limpia.

Consejos Adicionales

• Si sientes resistencia al retirar la férula, no fuerces la extracción. Intenta moverla suavemente de lado a lado para aflojarla.
• Si experimentas molestias persistentes, consulta a tu dentista.